domingo, 29 de agosto de 2010

La primera en la frente

Hace un par de días recibí un comentario ofensivo referido a mi entrada Complejos Identitarios 2, aquella que dediqué a Aníbal, y que bajo la autoría de un tal R. P. dice lo siguiente:

"No tienes ni idea macho, en las islas Canarias hasta el s. XV la presencia negroide era ínfima y esto se sabe por las pruebas genéticas hechas a las momias guanches, luego hablas de cráneos, entonces qué hay del Hombre de Mecha Afalou encontrado en Argelia, idéntico casi al Cro Magnon europeo encontrado en Francia? Me parece que andas muy despistado amigo, una cosa es que antes de la desertización del Sahara hubieran negros en las verdes sabanas que lo ocupaban entonces, y otra distinta era la población de Cartago, una ciudad fundada por fenicios, pueblo semita y por tanto caucasoide y con población caucasoide bereber, como los actuales tunecinos en su inmensa mayoría. Pero bueno, si te has tragado los cuentos de los afrocentristas, allá tú..."

Francamente me siento al replicarlo como león rugiendo a las moscas, pero me veo obligado a hacerlo por dos motivos. El primero es por mis lectores menos preparados, susceptibles de pensar durante un segundo que una ínfima parte de argumentos como el suyo tenga visos de verdad. En segundo lugar, pero igual de importante, porque este tipo de individuos son una plaga para cualquier blog o web seria, que con sus continuas impertinencias llegan a paralizar y asfixiar el proyecto mejor intencionado. Tengamos en cuenta que sus ocho líneas llenas de disparates han provocado que responda con tres páginas, una proporción a todas luces injusta y extenuante. Comprenderán entonces que no esté dispuesto a pasármelas respondiendo este tipo de cretineces, entre otras cosas porque hay un montón de posts nuevos e interesantísimos que publicar. Así, debido a la necesaria extensión de mi respuesta, pero también para dar ejemplo, he decidido que al pobre R.P. le ha tocado el premio gordo de merecer no un simple comentario sino una entrada propia, llevándose una buena paliza por él y por todos los que como él actúan, y en un tono callejero que quizás moleste a algunos de mis usuarios (mis disculpas). Ni qué decir tiene que una vez lo deje en bragas no pienso seguir con esta conversación, que lo marcaré como spam y santas pascuas, a él y a los que se dirijan a esta santa casa con idénticas intenciones. Acabado el preámbulo, pasemos a mi respuesta.

Dirigido a RP:

Un tipo que como tú encabeza su comentario con “No tienes ni idea macho” ya se está retratando intelectual y éticamente. Pero aún más importante, me indica que lo que espera cuando deja aquí su cagadita-intervención no es el sano intercambio de ideas, que es para lo único que debe servir la sección de comentarios. Es más, como escoges el formato de “publicar un comentario” y no el otro (más privado) de “contacta con Afroiberia”, considero que me escribes con la intención de que te publique y todos puedan ver que me dejas en ridículo con tu sabiduría. Así que como entras en mi casa pistola en mano y cagándote en lo que se menea, tendré que pedirle al resto de mis usuarios, estos sí educados y bien nacidos, que me permitan un tono más macarra que aquel al que los tengo acostumbrados. La gente como tú es la escoria de Internet, payasos llenos de traumas que se dedican a visitar foros y blogs ajenos para dar por saco a ver si así se consuelan de sus múltiples complejos raciales. Seguro que eres un vaina que se las pasa delante del espejo, placas de C.S.Coon en mano, para ver si tu perfil es de “dinaric” o de “noric”, si tu mandíbula es tipo “brünn” o “borreby”, por ver si así exorcizas la realidad: que los europeos “de verdad” te ven, por español, como racialmente impuro, como medio blanco, medio moro, medio negro, medio semita, medio no-se-sabe-la-hora-que-es. Todos, absolutamente todos los argumentos de los que te sientes tan orgulloso son pura papilla racista eurocéntrica que no soportarían el más mínimo análisis, pero que los de vuestra calaña os encargáis de repetir hasta la náusea por ver si con ellos engatusáis a otros aún más lerdos que vosotros (que ya es difícil).

Dices saber el porcentaje de negros canarios por la genética… chico, mereces el premio nobel, toda vez que hasta hoy ningún especialista ha logrado determinar la cantidad de melanina, o de ensortijamiento en el pelo, o de prognatismo mandibular, a partir de los genes mitocondriales, Y, STRW, haplotipos de histocompatibilidad o cualquiera de los que se usan actualmente. Lo que hay son grupos de genes más comunes en unas poblaciones actuales que en otras, las cuales tienen cada una un color de piel actual que poco o nada indica acerca del que tuvieron en el pasado. Por si fuera poco, hay genes (a veces muy derivados y por tanto recientes) compartidos por, qué te digo yo, melanesios, iraníes y comanches, pueblos tan diversos morfológicamente que a ver quién es el enteradillo (tú, supongo) que se atreve a pontificar cuál era el color, cabello y pintas de su ancestro compartido.

¿Te atreves a salirme con un “Hombre de Mecha Afalou encontrado en Argelia”? Para empezar, “mecha” te la pediré cuando quiera encenderme una pipa: Mechta, hijito, se dice Mechta, y no me vengas con errores tipográficos porque, yendo como vas de chulo, lo primero que has de hacer es revisar bien lo que publicas en la red. Yo lo hago y no exijo menos de un pamplinas que venga a cantarme las cuarenta. Por otro lado no existe tal “Hombre de Mechta-Afalou”, sino que se trata de una desafortunada clasificación eurocentrista a partir de restos óseos norteafricanos. El palabro proviene de mezclar los nombres de dos yacimientos Mechta-el-Arbi y Afalou Bou Rhumel (ambos en Argelia), pero que bajo su tipología engloba muchísimos otros cráneos procedentes de Marruecos, Egipto, Libia, Mali o Sudán. Se trata por tanto de una generalización tan simplista como si yo ahora dijera “el hombre de Combe Capelle-Grimaldi-Cro Magnon”, pues los cráneos norteafricanos denominados Mechta-Afalou exhiben tantas variaciones internas como los europeos del Paleolítico. No sólo eso: tan sólo con el nivel 1 del yacimiento Afalou Bou Rhumel ya contamos con 48 esqueletos, los cuales no podemos englobar en un solo tipo “racial”, ni en dos, ni en tres (y donde por cierto los rasgos negroides están presentes). Por si fuera poco, la estructura masiva y protuberante de algunos de sus cráneos, esa que según los racistas blancos los convierte en una “raza”, afín además a las europeas de su época, parece provenir simplemente de malformaciones causadas por una tradición en esta región: la avulsión (extirpación de raíz) de los incisivos superiores y/o inferiores. Al menos esa es la opinión de Djillali Hadjouis (L´Anthropologie nº106, 2002. Elsevier), aunque supongo que un “white trash” como tú desconfía de científicos sin apellido europeo.

Por otra parte, me encanta que establezcas esa similitud entre los cráneos norteafricanos y los del Paleolítico europeo, esos que tú, manejando una bibliografía de rabiosa actualidad y sin sesgos racistas, denominas “Hombre de Cro Magnon”. La diferencia es que para ti los africanos se parecen a los europeos, mientras que para mí son los europeos los que tienen rasgos africanos. La diferencia es que yo me baso en las más aplastantes teorías sobre el origen africano del hombre moderno, en virtud a las cuales es matemático que aquellos primeros europeos retuvieran rasgos de sus abuelos afro, mientras que tú te tienes que agarrar al doctor palillo y sus lecciones de supremacismo blanco impartidas desde las web-catacumbas neonazis (¿pusieron ya aire acondicionado en el Skadi Forum o en el Dienekes´? Mira que os ponéis allí tan cachondos que un día vais a arder…).

Como guinda a tu hediondo pastel argumental me das el gustazo de tropezar con los semitas y los caucásicos. “Caucasoide” es probablemente el término antropológico más vacío y malintencionado que conozco. ¿Qué es un Caucasoide? Si os dejáramos, los supremacistas blancos diagnosticaríais como “caucasoides” al indio-americano de Kennewick (U.S.A.), a los nilótico-etiópicos de Elmenteita (Kenya), o a los polinesios y ainús actuales. ¡Claro que sí, la raza que engloba a los masai, los apache, los europeos, los hawaianos y los japoneses del norte, todo muy lógico y decente de argumentar! Todo lo que no sea típicamente “amarillo” como un chino o “negro” como un congoleño os sirve para nutrir vuestra lista de “caucasoides”, más aún si son pueblos muy antiguos, muy civilizados o muy poderosos.

En lo que respecta a los fenicios, creo que está contestado en la entrada que replicas pero que dudo siquiera que hayas leído a fondo. Ser semito-parlante no es ser racialmente semita, algo que a los racistillas no os queda claro así pasen décadas, o de lo contrario los gaboneses franco-parlantes serían de raza latina mediterránea. Aún más, los fenicios tenían fama (Biblia, Heródoto y demás fuentes sin importancia para ti) de ser de “raza” camita y lengua semita. Camitas de raza eran también considerados los egipcios, los nubios, los etíopes, los sudarábigos o los libios, por poner ejemplos. Los cartagineses concretamente tuvieron además fama de mestizarse con los pueblos de cultura bereber de los alrededores, y así lo atestiguan multitud de apellidos cincelados en sus tumbas.

También haces “caucasoides” a los bereberes, y de nuevo te tengo que recordar que cultura/lengua y raza no son equivalentes. Me colocas el prototipo “racial” bereber en el Túnez actual (por aquello de Cartago) y te olvidas que en Mali, Mauritania o Libia-Egipto (Siwa) hay amazighes puros bien negros de piel (anda, ve y diles que son realmente bastardos o esclavos culturizados por los verdaderos bereberes rubios de ojos azules de las ilustraciones de Coon, a ver qué te dicen). Con las mismas podría decirte que antes la mayoría de bereberes eran tan oscuros como los mauritanos (mauri-moros), y que fueron los prejuicios arabófilos primero y euro-coloniales después los que favorecieron una selección sexual hacia pintas más emblanquecidas.

Sin embargo, hay algo aún peor que toda esa bazofia que estrellas contra mi blog, y es tu falta de objetivo real, de honestidad y de valentía. Como dije, vienes a insultar, no a aclarar ideas o a ser informado. Porque si te hubieras leído este post sobre Aníbal, o cualquier otro artículo de mi blog, sabrías que yo no pido que toda, ni siquiera la mitad, de la población norteafricana y afroibérica del pasado remoto fuera negra como el tizón, con pelos como granos de pimienta y narices como nudo de corbata. Sólo pido que se acepte una sustancial presencia de rasgos antropológicos de neta raíz africana, algunos culturales, otros “raciales”, en ambas costas del Estrecho de Gibraltar, aún después de la mal llamada “Reconquista”. Así, tú de hecho reconoces la presencia “negroide” en Canarias aunque la califiques de “ínfima”, o un Sahara fértil con “negros”, del mismo modo que no puedes catalogar a los tunecinos actuales de caucásicos en su totalidad sino “en su inmensa mayoría”. Sabrá dios lo que tu brillante cerebro entiende por “negroide” o por “caucasoide”, y sobre todo habrá que ver cuán documentadas están tus categóricas “presencia ínfima” o “inmensa mayoría”. Lo único cierto es que con tus supuestos vetos a mi teoría no has venido sino a confirmarla: en el Norte de África había negros, muchos o pocos, y en la lotería genética de un pueblo tan cosmopolita y falto de prejuicios como el cartaginés, bien pudo darse un Aníbal moro oscuro, amulatado o, por qué no, negro.

Para acabar, te despides acusándome de tragar “los cuentos de los afrocentristas”. No tengo empacho en reconocer que hace años fueron una herramienta muy reveladora para mí, y que aún considero válidos un buen puñado de sus autores y de argumentos, pero lo cierto es que se trata de una etapa suavizada y superada ya por un enfoque mucho menos partidista. Ahora bien, aun si fuera víctima de la hipnosis afrocentrista sólo se me podría acusar, y no necesariamente, de dar crédito a la parte más zafia y fanática de este movimiento, la cual no pasa de ser un puñado de resentidos que se quitan complejos (y siglos de opresión) soñando llevar en su sangre genes del mentado Aníbal, de Cleopatra o de Abraham, pero que son realmente inofensivos. El eurocentrismo, amiguito de mis entretelas, ese que tú pareces suscribir tan entusiastamente, carga sobre sus espaldas un holocausto transatlántico por la trata de esclavos que podríamos elevar en 40 millones, lees bien, de africanos, y eso por no enfocarlo hacia los 6 millones de judíos que mandó asesinar tu tito Adolfo o los congoleses masacrados por el rey belga o… (faltan blogs para citarlos todos). No contentándose con eso, aún imperializa, multinacionaliza, contamina, prostituye y destruye culturalmente a África en la actualidad. Todo ese infierno es lo que han provocado esos cuentos que tú y otros cretinos como tú os tragáis tan alegremente y tan peligrosamente difundís. El parecido entre un afrocentrista y un eurocentrista es que por lo general son ambos unos payasos más fanáticos aún que ignorantes. La diferencia es que el afrocentrista no tiene genocidios por los que responder.

En fin, chaval, que te dejo ya tranquilo para que te lamas las heridas con un consejo que se dice por mi tierra: “vigila la popa, porque te cabe tela”. Esto es Internet, una dimensión radicalmente opuesta a los circuitos de información a los que nos tenían acostumbrados y sometidos. Aquí los racistas y eurocentristas como tú no cuentan con la protección y difusión de las no menos racistas y eurocentristas universidades y editoriales, del mismo modo que los disidentes no nos vemos afectados por sus zancadillas y ostracismo. Lo que aquí cuenta es el argumento puro, algo para lo que no estáis preparados y que os saca de quicio. Por eso te aconsejo que la próxima vez que pretendas sabotear un proyecto ajeno te midas las fuerzas antes de hacer el ridículo. Pobre R.P., irrumpiste en mi casa de “sobrao” pero saliste R.I.P, y no me preguntes por donde te entró esa enhiesta y africana I.

Sinceramente de cualquiera menos tuyo y de los tuyos, Abercan

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya,un supremacista blanco y un supremacista negro peleándose. Uno no es mejor que el otro. Seudocientificos manipuladores,maestros del monoscopio, estaréis orgullosos, supongo.

Abercan dijo...

Hombre, orgulloso, orgulloso... se hace lo que se puede. En cuanto a usted, menos valoraciones y más argumentos, que queda un poco lamentable así, en plan filósofo anónimo. Por cierto, si lo mío le parece supremacismo negro es porque quizás es racista sin saberlo.

Anónimo dijo...

albercan, eres un jefe , que camion de argumentos tira ud, seria muy bueno algun dia si pudieramos tenerlo en colombia Gracias.

Cadhubev benkosvive!!!!

ma-run@hotmail.com

Unknown dijo...

Me encantó. Eso es remedar con estilo y sentido. Lo mejor: tirar hasta de la poesía de Guillén: "nariz como nudo de corbata". Hace falta más gente como usted.