lunes, 15 de febrero de 2010

Murcia: ¿Neandertal esteta o HAM prematuro?

Hace un mes publicitaron el hallazgo de conchas decorativas y pigmentos de hace unos 50.000 años en unos yacimientos de Murcia (Cuevas Antón y de los Aviones). Se trata de un descubrimiento inesperado para los académicos porque tales capacidades estéticas son, según ellos, privativas del Hombre Anatómicamente Moderno (HAM), y porque a éste no le permiten, esos mismos académicos, una presencia en Europa de más de 40.000 años. Su conclusión es que estos objetos tuvieron que ser necesariamente obra de los neandertales, a los cuales se los ha tenido injustamente por más brutos que nosotros. La tradicional cadena asociativa “Esteticismo-Humano Moderno-Hace 40.000 años” se ha roto con estos hallazgos, eso es evidente, pero no entiendo por qué la única explicación es abogar por la opción neandertal. Con las mismas razones podríamos reivindicar esas conchas y pigmentos como prueba de la presencia en Iberia de humanos modernos en fechas muy anteriores a los 40.000 años. Veamos a continuación por qué esta opción es mucho más probable de lo que se quiere reconocer.

- Ambos yacimientos carecen de restos humanos, así que no podemos determinar sin asomo de duda a qué especie adscribirlos. Resulta cómico ver a los autores del artículo emplear los mismos prejuicios que pretenden combatir, pues si querían que lo ornamental y artístico dejara de ser un “fósil guía” de la presencia moderna, ¿por qué entonces han de sostenerse otras asociaciones “especie-cultura” como sea el musteriense o los 50.000 años de antigüedad?

- En Marruecos había ya humanos modernos (Jebel Irhoud) hace 150-200.000 años. Es muy extraño que durante tantísimo tiempo a ninguno de ellos le diera por pasar a Iberia, así que la presunta inexistencia de huesos de HAM en nuestra Península debería ser puesta a examen. En este sentido es muy significativo que Jebel Irhoud haya sido considerado un neandertal (en consonancia además con su industria musteriense) hasta el mismísimo final del siglo XX, momento en que se determinó por unanimidad que era un tipo arcaico de nuestra especie. Añadamos que en el yacimiento marroquí aparecieron varios individuos, uno de ellos un cráneo completo (sin mandíbula), así que el error no está justificado por la escasez o poca calidad de los materiales. También es necesario apuntar que la hipótesis tradicional no dudaba en hacer venir a ese neandertal (a su linaje se entiende) de Europa y, más asombroso aún, que la vía marítima no estaba descartada. No deja de ser llamativo que una especie a la que se le negaba la capacidad de pintarse el cuerpo o de hablar articuladamente fuera capaz de conquistar África. Y es que el europeo, incluso si es pre-, proto-, o infra-humano, debe ser de una madera especial.

- En la Península Ibérica encontramos, para esas fechas, restos óseos que han sido adscritos a la especie neandertal, pero en casi todos los casos es imposible decir de ellos que sean neandertales sin atisbo de duda. En ocasiones son restos infantiles, en la mayoría son demasiado fragmentarios como para establecer diagnósticos incuestionables, y finalmente hay huesos con rasgos propios de moderno o de mestizo. Por ejemplo, el frontal de Piñar (Granada) es también de hace unos 50.000 años, pero tiene bien poco de neandertal (por muy “juvenil-femenino” que lo etiqueten), incluso menos que la propia serie de Jebel Irhoud. La mayoría de los “neandertales” peninsulares lo son desgraciadamente en función de su antigüedad y del uso de industrias musterienses.

- Mención especial merece el yacimiento de la Sima de las Palomas de Cabezo Gordo (Murcia). A su proximidad geográfica con los yacimientos que nos ocupan hay que añadir la cronológica, pues está datado entre hace 45.000 y 50.000 años. Sus restos óseos son numerosos aunque muchos estén hechos añicos y en ocasiones adheridos a la concreción de la cueva. Pues bien, aunque entre ellos haya rasgos neandertales también aparecen rasgos modernos, algo que no puede dejarnos de sonar a Jebel Irhoud, Pestera cu Oase (Rumanía), o al “mestizo” de Lagar Velho (Portugal). Algunos académicos se han apresurado a indicar que esto no implica elementos modernos entre esos grupos de cazadores-recolectores, sino que se trata de una gracilización por nuevos hábitos de vida, o que los neandertales eran así de variados. Excusatio non petita…

Entiendo que puedo ser malinterpretado, que algunos me tomarán por un enemigo de lo neandertal, de esos que siempre los han visto animalescos y que necesitan marcar distancias con las subespecies “inferiores” (¿por qué no reconocen que eso es un desahogo más del viejo racismo?). Muy por el contrario y como lo demostraré en futuras entradas, para mi el neandertal no puede ser nuestro inferior porque ni siquiera es anterior a nosotros. Puede ser incluso “sobrino” o “hijo” nuestro, si es que la fecha estimada para el origen del HAM, hace 300.000 años, sigue aumentando como todos los estudios parecen vaticinar. Aunque no tuviéramos en cuenta su capacidad craneal superior a la nuestra, aunque pusiéramos en duda los restos europeos que indican sus habilidades sociales, simbólicas y artísticas, nuestro parentesco biológico bastaría para zanjar cualquier duda sobre su humanidad plena. Podemos remitirnos a la serie dedicada a la Hominización para comprender que la distancia genética que se da entre neandertales y modernos es ínfima si la comparamos con la que media entre el proto-chimpancé y el proto-humano, los cuales se siguieron mestizando durante millones de años. Así pues, soy de los que acepta encantado tener sangre de neandertal entre otras muchas y que espera que un día se vierta más ciencia y menos prejuicios en ese debate. Por eso estoy libre de sospecha, no puedo querer limitar las capacidades culturales de quienes considero bien mis hermanos, bien parte de mis antepasados. Suscribo punto por punto la tesis de que el hombre de neandertal estaba capacitado para preparar complejos tintes en los que intervenían diversos minerales, huesos pulverizados y grasas, y por supuesto que lo hacía con la clara intención de adornar su cuerpo, sus objetos, su territorio, sus ritos, etc. Lo único que defiendo aquí es que estos yacimientos murcianos son tan adjudicables a los neandertales como a los modernos, que no hay pruebas definitivas en uno u otro sentido, y que tan necesario es reconocer las habilidades neandertales como la presencia temprana de modernos en nuestra Península, provenientes de África vía Gibraltar. Exactamente igual, aunque en sentido contrario, a la ruta que defendían para J. Irhoud cuando lo consideraban un neandertal.