martes, 25 de mayo de 2010

Viñeta

Prometí atreverme con formatos nuevos y para muestra este botón, una viñeta en la que intento reflejar con mayor o menor acierto el vapuleo historiográfico que a menudo sufrimos las personas de color. Se que es de mal gusto explicar los chistes, pero al tener éste maldita la gracia podemos saltarnos las normas. Cada vez que un individuo o un pueblo de color ha destacado en el pasado se convierte en objeto de disputa entre euro y afrocentristas, forzando ambos bandos un discurso aperturista con el fin de integrarlo en sus filas. El tipo de personaje, no-blanco, no-negro, pero sí de color, que aparece en el busto podría ser Aníbal, como reza el cartel, pero también Jesucristo, Sócrates, los antiguos babilonios o el hombre de Combe Capelle. El eurocentrista usará por ejemplo los teóricos hamitas, “blancos de piel casi negra” de su literatura, en un camino que acaba blanqueando a los propios etíopes, drávidas, incas o ainos de Japón. El afrocentrista por su parte hará uso de su tradición norteamericana para aplicar la ya comentada One Drop Rule, en virtud a la cual todos somos más o menos negros salvo Olaf el vikingo. Sin embargo, ¡ay de este personaje o pueblo cobrizo si no alcanzó fama por sus avances técnicos, reflexiones filosóficas o conquistas militares! Tampoco merecerá amistad ni misericordia si en lugar de entelequia pretérita lo convertimos en individuo real que se les cruza por el camino. Nadie lo querrá en su seno, ni los rosados kukuxklanescos ni los ganstas del poder negro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Esa actitud es muy común entre eurocentristas; ahora son blancos hasta los sumerios, cuyo nombre significaba "Los de caras negras" y sin caer en cuenta que la Mesopotamia y más en su zona meridional, se encuentra en una latitud hostil para los caucásicos. Luego serán "blancos" los adivasi de la India, debido a que estos pueblos prearios se montaron una grandiosa civilización, según lo atestiguan Mohenjo Daro y Harappa y se encontraban en una zona donde lo menos que uno espera encontrar son blancos (tuvieron que establecerse allí los arios, desde las mesetas del Asia central o desde el actual Irán para que hubieran blancos en India y no hallaron gente en cabañas en medio del bosque sino una civilización de tan alto nivel como la que comenzaría con ellos y de un posible origen australoide o incluso negroide, que dada la posición geográfica del Indostán, es lo más lógico de imaginar).
Pero lo más risible sería blanquear a los etíopes, que han habitado desde que se tiene noticia de ellos, el cuerno de África, en pleno sahel y que si acaso tuvieran un origen étnico distinto al negroide, sería quizás semita o afroasiático (otra cosa sería imaginar a los arios llegando en masa desde Persia o desde el Caúcaso a asentarse en un territorio tan hostil y remoto); pero claro, Abisinia fue un reino importante, mencionado en fuentes antiguas, incluido el antiguo testamento ¡El que fuera el poderoso reino de Aksum no podía de ningún modo ser fundado por semihumanos cuasiarborícolas!
En el mejor de los escenarios para nosotros los tostados, se admite el gran desarrollo de Abisinia, pero se atribuye a la influencia semita o incluso ¡Aria!; pero si hubiera sido este el caso, los pueblos de Europa adquirieron su liderazgo en el concierto de naciones gracias a inventos copiados adhoc de otros pueblos; como la brújula, la pólvora, el papel, la industria de la seda y la porcelana, todos de origen chino, o el sistema de numeración arábiga y el álgebra, de los árabes.
Aunque admito que con los egipcios estoy dispuesto a tirar la toalla, se hallaban sospechosamente cerca de Grecia y de sus islas y también de Anatolia y estos sí que se tienen claros como referentes étnicos y culturales de los caucásicos.