martes, 27 de julio de 2010

Gerión y el Ciclo Gibraltareño. Apéndice 1

Como prometí, vamos a enriquecer nuestro conocimiento sobre Gerión y Melqart mediante un análisis de la iconografía del momento. Esta primera composición podría denominarse “orígenes”, pues el material que muestra es antiguo y directamente atribuido a los cananeos. Empecemos agrupando las figuras 1 a 3, pues todas proceden de páteras fenicias de los s.VIII-VII a.C. La 1 es la de Curium o Kourion (Chipre), a la que he manipulado para que muestre los temas que más nos incumben en cada círculo. En el del centro aparece un héroe matando un león, que por los apéndices de imaginería hercúlea ya publicados nos debe ser familiar. En el círculo intermedio aparecen unos bueyes, mientras que el círculo exterior nos muestra una escena calcada a la que se representará en la ilustración siguiente. Esta figura, la 2, es el centro de la famosa “copa” de Idalion (Chipre), y parte de su decoración, la de unos hombres leonados luchando contra sus animales totémicos, ya fue facilitada en el apéndice icónico sobre Heracles. En principio, la escena es un tema común en iconografía egipcia, pero eso no quita que en estas circunstancias adquiriera una nueva semántica. El héroe de la maza se parece demasiado a las más antiguas poses de Melqart, el asistente de la izquierda recuerda mucho a Yolao, mientras que el grupo de enemigos rendidos puede ser intencionalmente triple si lo que se quería representar era a Gerión. Repito que este tema y el del anillo superior de Curium son idénticos. Por su parte, en la figura 3, de la que desconozco la procedencia exacta pero que es tan cananea y antigua como las anteriores, y acaso también chipriota, el tema aparece claramente alterado. Sin embargo, es significativo que conserve el número de tres enemigos, así como el añadido de dos perros, posible variante al tema del perro bicéfalo. Finalmente, la figura 4 es un escarabeo hallado en Ibiza (patria alternativa de Gerión) cuya temática y formato es muy común en todo el Mediterráneo occidental del s.VII y VIaC. Junto al barbado tricéfalo no hay toros, sino caballos y jabalíes, y por otros escarabeos del mismo estilo sabemos que a veces las cabezas representadas eran dos o incluso sólo una, pero hay que reconocer que el número de tres cabezas (a veces de distintas razas) es de las pautas más repetidas. ¿Son estas cuatro figuras parte de las primeras representaciones de Gerión? Se trata de una posibilidad respetable, no tanto por sus temas puramente iconográficos (que son todos reciclados o comunes), como por la convergencia crono-espacio-cultural que delatan. Sin duda, el héroe sometiendo por los pelos a un puñado de enemigos arrodillados, con un asistente que porta sus armas y sandalias, está calcado del arte faraónico, pero ni este es el único tema artístico que los cananeos tomaron de los egipcios ni es tampoco un tema contemporáneo o algo anterior a la confección de estos bronces. Su aparición en el s.VIIIaC., fecha en que los más ortodoxos establecen el florecimiento (que no origen) de un emporio como Gadir, también nos anima a ver ahí los primeros geriones del arte. Otra feliz coincidencia es su aparición en Chipre, zona que no sólo fue cananeizada simultáneamente y con igual intensidad que el área tartésica, sino que ambas culturas fueron por así decirlo hermanas, como está más que atestiguado por el registro arqueológico. Si mucha de la iconografía iberocananea es de inspiración feno-chipriota, es igualmente lógico suponer que el arte de esta isla se hiciera especial eco de temas épicos para los fenicios, con la aventura gadirita a la cabeza. La figura 4 no pretende tanto documentar un intento de representar a Gerión, que generosamente también podríamos aceptar, sino defender que el Mediterráneo occidental, sea por sustrato aborigen o por influjo cananeo, en nada necesitaba a los griegos para desarrollar mitos y símbolos sobre hombres de tres cabezas.

Este segundo montaje podría ser denominado “chipriota”, lo cual puede sonar contradictorio recién comentados tantos bronces procedentes de Chipre. La diferencia estriba en que ahora nos dedicaremos a iconografía surgida en Chipre a partir del sincretismo entre lo aborigen, lo fenicio y lo proto-griego, pero también lo anatolio, lo pan-mediterráneo, etc. No es arte cananeo ubicado en Chipre sino arte propiamente chipriota, entre los s.VII y VIaC. La figura 1 es la más interesante, pues en ella se mezclan rasgos muy típicos del Gerión de la mitología griega con otros que no lo son tanto o no lo son en absoluto. La figura humana de la izquierda es a todas luces Melqart-Heracles, como indica la piel de león y otros temas de la escena, pero se muestra desnudo, y con la cola del león colgando fálicamente entre las piernas de una manera que nos recuerda a Aha y Bes. Es una lástima que la mitad superior del cuerpo esté tan deteriorada, pero es innegable que alza su brazo derecho para atacar. El ganado vacuno que aparece nos permite precisar que el episodio exacto que se representa es el robo del ganado de Gerión. El monstruoso perro de la esquina superior derecha se plantea conflictivo, pues si interpretado como Ortos confirma la teoría anterior, estas tres (y no dos) cabezas desentonan, siendo más propias de su hermano Cerbero, el cual también está relacionado con Heracles (Homero) pero sin rebaños de por medio. He dejado para el final, por enigmática, la otra figura humana. La menor envergadura respecto a Melqart no lo convierte en un enano, como comprobamos al escalarlo respecto a los bueyes, sino que simplemente es una forma tradicional de representar las categorías de los personajes implicados, como cuando los faranones son mayores que sus enemigos en los relieves egipcios. Su apariencia es la de un hombre barbudo y de melena salvaje, desnudo y que también recuerda a Bes-Enkidu, pero que porta capa en lugar de piel de león. Desde luego su mayor misterio reside en sus manos pues una porta una bola y la otra un árbol completo, ninguno de los cuales son símbolos identificables en el mito clásico de Gerión. Se tiende a identificarlo como Euritión, el pastor de los rebaños de Gerión, pero nada impide suponer que nos encontremos ante Gerión-Hades en persona, sin necesidad de ser representado triple. Hubiera sido maravilloso conservar el resto de “metopas” que, junto a esta, componían como viñetas una especie de comic, pues probablemente encontraríamos un Gerión mucho más rico en matices que el que hoy conservamos. La figura 3 forma parte de una mesa o altar y sólo tiene que ver indirectamente con nuestro mito. Representa el nacimiento de Pegaso y Crisaor del cuello de Medusa tras ser decapitada por Perseo. De nuevo, las coincidencias y disensiones respecto al canon griego son evidentes. Medusa es representada como monstruo (sus pechos caídos son una clara señal de ello), y su cabeza es portada por Perseo envuelta en un paño para no petrificar ni emponzoñar todo a su paso. Pero el héroe se representa con barbas y ropaje más fenicios que griegos, a la vez que carece de muchos elementos (escudo-espejo, alas en las sandalias, etc.) que se le asocian en el mito griego. El uso de la agrícola hoz en lugar de una espada no es inédito en arte griego, pero merece considerar que el autor chipriota tomara esta alternativa. Finalmente, ¿cuál es ese perro que se les interpone? Debería ser Cerbero u Orto por su relación occidental con las gorgonas, pero entonces, ¿por qué sólo muestra una cabeza? Acabamos esta segunda composición con las figuras 2 y 4 que representan al tricórpore Gerión, si bien una es de terracota del sVIIaC. (fig.2) y la otra es de caliza del sVIaC. (fig.4). En cuanto a esta última, me resulta llamativo que en su escudo izquierdo Gerión presente la propia muerte de su abuela Medusa, o que en el del centro haga gala de un capítulo de su enemigo Heracles-Melqart (los cercopes).

No hay comentarios: